lunes, 25 de octubre de 2010

Al igual que la paz no es la ausencia de guerra,la felicidad no es la ausencia de adversidades.

No sabía muy bien como orientar esta entrada del blog,asique decidí hacer una pequeña historia.

Llevaba días caminando mientras soñaba con la felicidad.
La buscaba constantemente y rehuía de aquellos tópicos que decían que no se encontraba en las cosas materiales.
Al tiempo,se dio cuenta de que la felicidad que daba depender de algo material era deshechable y fugaz,asique la buscó en sí mismo,en la esperanza que tenía en sus planes futuros,pero allí tampoco estaba.
Pensó que a lo mejor la felicidad era sólo tener buena suerte y durante muchos días de camino dejó que su vida estuviera condicionada por una fuerza abstracta.
Cuando llegó al final del camino no encontró nada,concluyendo su búsqueda de forma insatisfactoria.
Deshacía sus pasos,cabizbajo,de vuelta a casa cuando a mitad del camino le sorprendió una tormenta y no halló refugio alguno donde cobijarse.
Empezó a añorar todo lo que había dejado para irse tan lejos y fue en ese momento cuando la tormenta amainó,en forma de señal.
Siguió su camino de vuelta a casa y por fin,tras una larga travesía,llegó.
La multitud,al verle con las manos vacías negó con la cabeza,algo decepcionada.
Él,solamente se limitó a cerrar los ojos y a acumular en sus pulmones todo el aire que pudo.
Cuando le preguntaron si había encontrado lo que buscaba asintió con la cabeza y se alejó de la multitud.
Al caer la noche,abrió su cuaderno de viaje y escribió:
  
Cuando regresé dejé de pensar que el viaje que hice para buscar la felicidad fue una pérdida de tiempo.Estaba tan acostumbrado a ella que ni siquiera me di cuenta que a lo largo de toda mi vida la había tenido siempre a mi alrededor.Al igual que la paz no es la ausencia de guerra,la felicidad no es la ausencia de adversidades.

Con esta última frase,cerró el cuaderno y lo guardó en un cajón.
La felicidad fluye en la átmósfera y se presenta en miles de formas asique disfruta de ella antes de que sea demasiado tarde.

3 comentarios:

  1. Me encanta, tiene mucha razón.
    Porque la felicidad no se busca, ella te encuentra a ti. Porque las cosas pequeñas son las que verdaderamente nos dan la felicidad.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Es muy cierto. Aprovéchala antes de que sea demasiado tarde. Hay una frase de Los Hombres de Paco, que dice algo muy parecido a lo que quieres expresar: "Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta de que es ella la que tiene que encontrarnos"
    Y además, eso será cuando menos nos lo esperemos.
    Muy buena entrada!
    Nos leemos :)

    ResponderEliminar
  3. Siempre en busca de la felicidad...¡que sensación de pasársela de largo con tanto buscar!

    Un abrazoooo!!

    ResponderEliminar