lunes, 27 de septiembre de 2010

¿Qué hace este diplodocus en mi taza de café?

Me pregunto mientras bostezo y sigo echando azúcar a mi café de por la mañana.
 Una cucharada,dos,tres,cuatro...
Me quedo pensativo con el azucarero aún abierto y cambio de idea.
...Mejor que sean tres y media.

Antes de removerlo me entretengo un rato,mientras se enfría, en dibujar formas en la espuma del café con la ayuda de la cucharita.
Una sonrisa,una nube,el símbolo de la paz,un corazón,un diplodocus...
Sí,un diplodocus.Ese dinosaurio de cuello largo.No se por qué,pero les tengo simpatía.

Y mientras dibujo,pienso.Es una tarea bastante difícil a estas horas de la mañana y más aún cuando has dormido poco.Pero no lo puedo evitar,me gusta pensar cosas tontas.

Cuando se enfría me encojo de hombros.
Supongo que al igual que mis dibujos sobre la espuma,tendré que tragarme mis pensamientos con el amargo sabor del café por mucho azúcar que lleve.
De todas formas es comprensible,es lunes,todos los lunes son amargos.

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