Es una teoría que desarolló Anaxímenes en el siglo VI a.C para explicar la naturaleza de todas las cosas.
Esta teoría fue infravalorada debido a que,un siglo antes,Anaximandro apuntó que el arché utilizado para explicar la naturaleza de las cosas era el apeiron,es decir,lo indefinido e infinito.
A mí,sin embargo,esta teoría me ha sacado una sonrisa y me ha hecho pensar sobre ello durante toda la tarde.
Si tuviera que elegir un arché,sin duda,elegiría el aire.
Nuestra alma se alimenta del alma del mundo.
Respiramos su aliento y a su vez el mundo respira nuestras palabras,nuestros recuerdos y nuestros sueños,que son llevados por el viento a cada rincón del planeta.
Y cuando llega el final,nos entregamos al aire convirtiéndonos en el aliento del mundo,para que los siguientes a nosotros puedan respirar.
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